El jueves cuando aun llovía, entre a la biblioteca pública y solicite el retiro de un libro.
Con prontitud me entregaron una lista de requisitos; la leí é informe que a causa de mi desempleo no tengo un certificado de trabajo estable, pero daría referencias.
Luego de ser consultada la supervisora trajo desesperanzas alegando que recibía órdenes.
Apelando a su buen criterio señale
– Acaso no seriamos menos los desempleados si pudiéramos instruirnos más?
Ella se encogió de hombros con desaprensión, giro y se alejo silenciosa.
Salí atribulado al aire húmedo de la ciudad.-
4 criticas constructivas:
en ninguna biblioteca pública le negarán prestarle un libro por ser desocupado, quizás no se lo pueda llevar a su casa, pero puede leerlo in situ. como bibliotecario, argentino y peronista, se lo informo. y si está desocupado, aproveche su tiempo libre y lea en la biblioteca. allí creo que el microrrelato cobra su máxima relevancia, desacraliza la biblioteca y la muestra más como un lugar de carencia que de abundancia. allí los libros son de todos, dicen los bienpensantes, pero nosotros sabemos que eso sólo oculta que los libros no son realmente de nadie, no son nuestros. ascendencia arltiana, me hace acordar a la primera parte del juguete rabioso, ese robo a la biblioteca y su amplia significancia que tanto y tan acertadamente trató piglia. allí el cuento se hace fuerte, insisto, cuando se aleja del componente obvio de denuncia pueril. una contestación no debería ser un cuento, es una frase, un aforismo a lo narosky. también el lenguaje me parece ampuloso. no sé, mi voto no es positivo, pero tampoco negativo. más bien lo contrario
Me ha gustado, es una marca de llamado a las imposiciones burocráticas por parte del estado desde sus instituciones.
Me ha gustado, es una marca de atención, un llamado a las posibles imposiciones burocráticas por parte del estado desde sus instituciones.
me pierdo cuando faltan los acentos... pareciera como si faltara el ritmo...
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