De mi isla de olvido
zarpa hoy el último velero
anochece el alma
y el paisaje
duerme en su noche
y en mi soledad
descansa
Ni el oleaje
ni la oscuridad
son compañía.
No estás tú para decir: ¡Quédate a mi lado!
Me voy tras la canción del viento
a cualquier lugar del universo
¡Sólo tú sabes donde espero!
y allí
sola,
mi soledad profunda,
isla de olvido.
Quiero borrar mis tardes solitarias
y este volcán, próximo al llanto
que me desgasta en el tiempo
sola y sin aliento
2 criticas constructivas:
Cito en comparación unas palabras de Maples Arce, representante del único movimiento original en México, el Estridentismo:
“La literatura, desde hace tiempo, dejó de ser una cosa seria; la vida misma ya no es sino ina puta que es necesario tratar a puntapiés. Tal vez por eso el poeta ha aprendido a reírse de sí mismo para poder reírse de los demás…” Prólogo (a un libro de List Arzubide) titulado “Margen”…
Para matizar más unos versos del “Poema topográfico” de Francisco Monterde:
“Se arrojó
desde un sexto piso
y en el trayecto tuvo tiempo
de ensayar todas las actitudes
de un profesor de esgrima”
Una simpleza en la construcción y en las palabras hace que el poema sea ameno.
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