Bruma envolvente que pesa con gravedad añeja
pátina sepia destellando en dorado
quietud solariega condecorando honores reposados
mirando su recuerdo, recuerdo mi mirar infantil
despuntando silente lo veo, entre bruma que no ha de volver.
Dentro vuelvo a mirarme; el tiempo detenido favorece,
elemental, tal que ayer, estantío
nunca del todo se ha ido;
es mi último refugio.
Soy yo.
Razul




1 criticas constructivas:
Me gustó el efecto lumínico del poema.
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