Egovia dejó Bolivia y en ella a su hijo. Vino a la Argentina en busca
de un futuro mejor para ambos.
Aquí no encontró vivienda. Trabajó por migajas. Tuvo otro hijo, al cual, una enfermedad de nacimiento lo mantiene aún en el hospital.
Solía vérsela en el hospital llorando, después sin llorar y luego ,ya no se la veía más.
Al tiempo regresó a ocupar su lugar de mamá con su mueca de angustia como única y fiel compañera.
Hace poco supe de que recibió una carta que decía así: “Cuando dejó su país, olvidó su destino, pero despreocúpese, ya nos hemos ocupado de enviárselo”.
Por Renata Lara
8 criticas constructivas:
Bien he? inùtili evitar aquello que es inevitable, asì como miles de personas que abandonan sus paìses y sus familias creen que encontraran un futuro mejor. Una realidad bastante triste, en especial como sucede en Mèxico, donde una frontera separa la supuesta decencia (o al menos prosperidad individual ^^') de la miseria.
me encantò la frase final:
“Cuando dejó su país, olvidó su destino, pero despreocúpese, ya nos hemos ocupado de enviárselo”.
Duró pero real.es la triste realidad de mucha gente que viaja tratando de escapar de su cruda vida, intentando progresar.
La verdad que esta muy bueno, refleja de una linda manera la realidad de muchas personas.
Me encantó! Creo que es algo mucho más frecuente de lo que todos los "machos" se piensan!!!
Bravo, he escrito tantas críticas que ya los adjetivos calificativos me aburren sobremanera o me parecen reiterativos, pero éste es uno de relatos que más me han gustado por su estructura, espero que no se haya pasado de las cien palabras,pese a su triste tema que toca la realidad latinoamericana, el colocar una abstracción como el 'destino' fue un acierto.
Cuando escribí mi comentario me equivoqué de cuento... como se habrán dado cuenta era para "Cosas de machos".
Este cuento me gusta mucho, aunque es muy triste.
Elaborado y sentido. Me conmovió.
Creo que refleja una realidad muy conocida y repetida.
Se suele creer que por ir de un lugar a otro sin rumbo definido, podemos dejar atrás toda nuestra historia. Pero no hay que olvidar que nuestro pasado marca nuestro presente y también nuestro futuro. Todo se relaciona en la vida y no podemos olvidar nuestras raíces, mucho menos dejar todo atrás.
Me gustó que en la frase final no sólo haya usado la palabra "destino" de manera abstracta (perdón si tomo palabras de otro comentario, me pareció acertado)sino que "despreocúpese" ... "enviárselo" es como un "no puede evitarlo, es suyo".
Me hizo pensar mucho en toda la realidad que me rodea.
Felicito a la autora por poder expresar en pocas palabras un tema tan delicado.
Una historia muy actual que refleja la realidad de muchos personas. Buen relato, en pocas palabras dice mucho
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