Qué pasaría si el niño que llevamos dentro estuviera armado y fuera consciente de en qué nos hemos convertido. Quien se atrevería a asesinarlo a tiempo por aquello de que no hay enemigo pequeño. Cómo evitar la tragedia si actuamos de Luteros y Calvinos prohibiendo protestar a sus acólitos. Cuándo decidiremos ¿Una vez que el juez le aplique cadena perpetua diciéndole que tiene toda la libertad del mundo para expresarse? Por qué hay siempre un por qué que justifique nuestra actuación. Porque… ¡Buena pregunta! (Donde, en este caso, está fuera de lugar).
reimundez



3 criticas constructivas:
El mismo autor con un cuento del mismo estilo y tema. Se nota la impotencia en la fuerza de la retórica. El tema social siempre nos toca.
Creo que su visión de la realidad está aderezada con una ironía que no hace sino mostrarnos lo que realmente acontece a nuestro alrededor: la crueldad y la inocencia de un niño es ajusticiada por la humanidad madura mientras que nuestras aberraciones quedan pendientes del juicio divino que, sabemos, nunca llegará. Imperdonable.
Lleno de dudas contagiosas nos remite a una busqueda histórica y subjetiva en busca de respuestas.
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