Ella recorrió el mismo camino de todos los domingos. Encontrándose con él en la esquina marcada al igual que siete días atrás. Al igual que catorce días atrás. Al igual que veintiún días atrás, que veintiocho, que treinta y cinco, que cuarenta y dos.
Lo besó en los labios cerrando los ojos. Ni siquiera notó que esta vez él tenía una expresión distinta.
aguamarina



2 criticas constructivas:
Ése es el problema de seguir una rutina: cuando cambia algo no te das cuenta. Bueno.
La monotonia se parece a la paz de los sepulcros.
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