El soldado sueña con una hermosa mujer que broncea su cuerpo desnudo. Pero, de repente, el sueño se trastoca: la mujer ha devenido una anciana que agoniza sobre la cama de un hospital. Por la sala, flotando a ras del suelo, deambulan entes de rostros sombríos y ojos vidriosos. Visten guardapolvos blancos de médico, cubiertos de sangre. Se le acercan. Lo rodean. No puede moverse. Está paralizado de terror.
Entonces despierta gritando, empapado de sudor... y agradece que sólo haya sido una pesadilla. Está en la trinchera. El ruido de los tanques enemigos acercándose lo tranquiliza.
Juan Salvo
1 criticas constructivas:
La temporalidad y los saltos de escenarios están muy bien logrados.
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