“¿Sabe alguien quien es mi madre?... ¿Es usted señora? Quizás podría ayudarme… quizás… ¡Dios! Me siento solo, encerrado en mi mismo, no sé quién soy, ni a donde voy… algo falta en mí. Mis padres… tengo un vago recuerdo de ellos, pero han hecho de mí lo que soy ahora, un don nadie, un sin nombre… pero me sigue perforando esa falta en mi interior… ¿Pero el qué? Miro por la calle y nada me inquieta ni me induce a nada… ¿Cuál es entonces el problema? Logro ver una mujer… un niño… mi infancia… mi infancia perdida” – y lloró.
Por JTS
3 criticas constructivas:
Otra historia triste, con carga potencial hacia el vacio. Me parece bien logrado el espacio del desemparo.
Infancia, a pesar de ser un relato corto logra despertar en mi un interés que me lleva a leerlo hasta el final, y es ahí donde realmente descubro el verdadero sentido del relato. Describe con brevedad pero de forma concisa, es decir, no necesita un discurso largo y aburrido para demostrar que siente en ese instante un niño grande que pierde el rumbo y deambula en soledad pensando en lo único que tiene, y que ni si quiera recuerda, como es un vago recuerdo de su infancia, infancia que marca por completo su presente y parece que su futuro.
En cuanto al estilo de escritura lo hace un tanto impersonal con el uso de preguntas retóricas, lo cual me parece adecuado al tocar un tema un tanto abstracto, no es fácil hablar de los sentimientos y más de los sentimientos de un individuo tan especial. Da un tono melancólico pues no podía ser de otra manera y usa repetidamente puntos suspensivos, creo que de forma acertada, mostrando un tanto de indiferencia quizás incluso por su propia vida.
En definitiva, me parece que sabe “hacerse leer”, consigue dar misterio a su relato y se ayuda para ello del lenguaje, de su forma de expresarse.
La infancia también dejó estragos en mi personalidad, pero no por la ausencia física de mis padres, sino la otra, que es más grave. Cuando uno empieza a comprender sin comprender se siente bastante atontado..
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