Recuerdo aquel soltero en busca de aventuras, inmerso en la misteriosa figura juvenil,
detrás de esa sonrisa tierna, picaresca ,casi angelical, definitivamente no estaba ante esa
imagen idolatrada que había creado en mi mente meses atrás.
Hallé un hombre cansado de acariciar cuerpos frondosos y juveniles, en sus ojos la
expresión de haber perdido la ilusión , con que cada uno adorna sus días, y en su boca
quizás el refugio donde mis labios al fin podrían morar.
su mirada, no reflejaba asombro , ante lo nuevo y diferente, habría perdido la
capacidad de sorprenderse ,quizás faltaron las palabras correctas ,o las muecas
necesarias para llevarlo al éxtasis o al asombro.
Habría encontrado el refugio de mi boca, entre sus dientes palabras que no alcanzo a
descifrar, sus labios tienen un delicioso sabor a miel y limón.
En su rostro, lleva marcado el surco, que cada uno de sus gestos memoriosos van
dejando con el tiempo, no es tan anciano, ni tan joven , apenas un adulto madurando,
que hasta ayer nomás jugaba con sus amigos en cualquier potrero ,o cancha
desocupada, Hasta no hace mucho tiempo los asados sabatinos eran casi religiosos;
después claro empezaron a casarse de uno en uno, entre las mujeres y los chicos,
ya no fué quedando espacio, ni tiempo para los amigos.
Ya no está madurando, está envejeciendo, los viajes, el trajinar diario de esta vida,
que parece que nada alcanza, ni alienta , ni permite albergar la esperanza,
que algún día todo cambie.
Pero cierro mis ojos en tanto me abandono, a ese mágico momento, en que sus labios
depositan en mi boca su secreto,”estoy vivo” .
Por Tiffany
1 criticas constructivas:
Este tema del exceso de palabras es un problema. Igual es un relato que denota deseo y sentimientos.
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