Él no me entiende. Cansado de encontrar mi ausencia hace malabares con mi cuerpo. Me toma de los tobillos, me sacude como un sonajero sin son.
Los mortales perfeccionan el arte del equilibrismo, intentando obtener su indulgencia. Yo lo dejo jugar conmigo, él malabarista, yo clava.
Para mi fortuna poseo el don de una sensualidad nata que se ejerce autónoma sobre los humanos. Eso facilita mis posibilidades de supervivencia envenenándome con sangre ajena.
En este Mundo que me agita pareciera ser que el peor de mis pecados es estar aliada con la apática inmortalidad.
Por Claraoscuridad
4 criticas constructivas:
La sencillez del adjetivo adecuado. Sin el lenguaje farragoso, pesado y titubeante de los primeros escritos. La lectura es amena.
Hay un juego de palabras en todo. Este empeño lúdico por ejercer el oficio de escritor es uno de los logros de este texto.
Uno de los escritos que más me entretuvieron, con un aire a Cortázar que me atrajo fuertemente. La mezcla entre los sentimientos humanos y las propiedades del objeto es ideal, mientras que las metáforas fueron bien usadas. 10 puntos.
Creo que me maree simplemente con el título..
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