Concurso Microrrelatos 2
Bienvenido al Concurso De Microrrelatos

organizado por el taller Literario La Nave Fue y Volvió.

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9/23/2008

[NULO] LA ERA DEL INSOMNIO

La condena nos vino con forma de noticia, una noche en que las pantallas encendidas de los televisores emitían su programación habitual, como emanaciones imposibles de sujetar. Hechizados por la policromía de la pantalla, ni vagamente imaginamos lo que nos estaba por suceder. Maníacos de las imágenes, aquella noche nos enteramos del fatídico anuncio: “una baja del 11 %, en la bolsa de cotizaciones de Tokio”. Un enorme titular confirmaba la crisis financiera. El pánico generalizado afectaba la bolsa de valores de New York y se expandía indefectiblemente por todo el planeta, hasta devorar por completo el millonésimo de porcentaje que representábamos en el Producto Bruto Internacional.

La noticia recorrió la ladera de la montaña y el eco lo reprodujo por el árido territorio de La Frontera, una pequeña población agrícola, hasta que finalmente desapareció en el infinito.

Contrariando a nuestras costumbres y carcomidos por un mal presentimiento, aquella noche tardamos en conciliar el sueño. Un ánimo compulsivo por pensar lo que fuera suplió al sueño reparador.

Para cuando amaneció el malestar, aún continuaba taladrando nuestros cerebros recalentados.

Y transcurrió el tiempo, y nos fuimos habituarnos a vivir, presas del pavor y el sigilo que suele atribuírsele a los condenados.


juanchejov@yahoo.com.ar (te sugiero que des a conocer este mail, por si alguien se quiere comunicar conmigo)

LA ERA DEL INSOMNIO

La condena nos vino con forma de noticia, una noche en que las pantallas encendidas de los televisores emitían su programación habitual, como emanaciones imposibles de sujetar. Hechizados por la policromía de la pantalla, ni vagamente imaginamos lo que nos estaba por suceder. Maníacos de las imágenes, aquella noche nos enteramos del fatídico anuncio: “una baja del 11 %, en la bolsa de cotizaciones de Tokio”. Un enorme titular confirmaba la crisis financiera. El pánico generalizado afectaba la bolsa de valores de New York y se expandía indefectiblemente por todo el planeta, hasta devorar por completo el millonésimo de porcentaje que representábamos en el Producto Bruto Internacional.

La noticia recorrió la ladera de la montaña y el eco lo reprodujo por el árido territorio de La Frontera, una pequeña población agrícola, hasta que finalmente desapareció en el infinito.

Contrariando a nuestras costumbres y carcomidos por un mal presentimiento, aquella noche tardamos en conciliar el sueño. Un ánimo compulsivo por pensar lo que fuera suplió al sueño reparador.

Para cuando amaneció el malestar, aún continuaba taladrando nuestros cerebros recalentados.

Y transcurrió el tiempo, y nos fuimos habituarnos a vivir, presas del pavor y el sigilo que suele atribuírsele a los condenados.


Por juanchejov@yahoo.com.ar

1 criticas constructivas:

Anónimo dijo...

Bien, a pesar de la duplicación involuntaria, hay un lenguaje de lo cotidiano catapultado por la realidad a un ambito de noticiero televisivo. El autor ha querido dejar su dirección de mail para que se contacten con él.