Caminó voluptuosamente hacia él, ¡tan elegante!, traje negro, camisa blanca, chalina de seda que ella desenredó del cuello, se onduló como si una brisa marina la agitara; lo acarició con los bordes de la tela, lo envolvió. Desplazándose, los ojos entrecerrados, besos y suspiros la penetraron. Las manos, hacían su propia danza. El saco se deslizó. Se arqueó de placer. Las pequeñas valvas, liberaban las perlas nacaradas de la camisa.
Cuando el torso quedó descubierto, el sonido que brotó de su boca rebotó, giró por las
paredes. Cuando volvió a ella, el maniquí, desnudo, se estrelló contra el suelo.
MCV



2 criticas constructivas:
¡Ja,ja!¡Muy bueno! Cuando uno entra en tema, el remate te descoloca.
Es que los autores juegan con mi mente de mala manera, ya me había hecho toda la pelicula y me tiran abajo, ja ja ja. Muy bine texto, me enganchó
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