Toco tu piel lentamente. Recorro con mis dedos y mis labios, cada rincón de vos. Hurgo, siento, deseo hasta el dolor, el suave aroma de tu alma. Tengo los sentidos enloquecidos de vos a la espera de tu señal. En paz y con silencios entrecortados me trepo a tu vida. Piel con piel, te siento en tu desnudez apenas disimulada por la sábana. La verdad nos encuentra juntos.
A tu turno, esa mano me busca, obscena, con tus dedos sobre mi remera, el pantalón y los restos del perfume artificial que el mercado me vendió con su espejismo.
El aventurado Tricolor
1 criticas constructivas:
Un cuento erótico y cotidiano. Imágenes simples, sin demasiado adornos.
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