SENTIR
Siento la gélida oquedad del tiempo
lacerar la pálida piel del sentimiento,
me obsesiona el recuerdo del pasado
desgarrando el tenue velo del olvido
Siento en la contenida angustia del recuerdo,
la tibieza de tus manos sobre mis manos
yertas, como las rocas muertas sin destino.
Juntos anduvimos buscando el destino
sin tiempo y sin prisa siguiendo la brisa,
que acuna los campos, siguiendo el camino.
a la orilla del tiempo y en el borde mismo
del infinito eterno dejamos el alma, cansada
vencida, entregando al viento su postrer latido
su ser sin sentido y su último aliento …
1 criticas constructivas:
Un poema profundo que propone una lectura intensa.
Publicar un comentario