Querido Joaquín:
Hoy decidí levantarme temprano, e ir al correo a mandarte la carta que alguna vez te prometí. A pesar de la hora, había mucha gente en el correo, lo que llamó mucho mi atención. Me abrí paso como pude, y al hacerlo descubrí la causa del gentío. Un gringo muy pintón, tocaba la guitarra y recitaba poesía a la gorra, para juntar algunas monedas y mandarle una carta a su amada, que vivía en Europa. Lo escuché un rato, y le tiré unos pesos.
Un gran día, al menos para mí.
Por Nata
6 criticas constructivas:
Este relato bien podría ir en la sección "Cartas Abiertas" de Verónica Beatriz. Tiene el valor de lo sencillo, la inocencia del acto desinterezado.
Sabes que cuando la lei pense lo mismo que vos Pablo? Creo que aplica mas a la seccion de Cartas Abiertas que al concurso. De paso aprovecho y promociono la seccion. Para participar de Cartas Abiertas, enviar email a veronica.beatriz.mail@gmail.com
Uno nunca sabe lo que puede esconder una carta, sin importar de quién sea.
Es interesante la decisión que toma la autora, de levanterse temprano, pues eso es prácticamente lo que le permite ver al tipo que tocaba la guitarra, con el fin de poder mandar una carta a su amada con el dinero que recibiera.
Ojalà todos fuèramos movidos por causas tan tiernas y tan nobles!
Antes que nada, aclaro que este comentario no debería contarse como crítica, porque lo estoy escribiendo yo, la autora del microrelato.
Ahora si:
Gracias a todos, por leerlo y por su devolución, para ´mí, eso es lo más importante.
cariños.
Me pareció bueno el relato. Pero he interpretado algo muy diferente: El personaje que escribe la carta lo hace tan solo por el compromiso contraído: "la carta que alguna vez te prometí". Cumple con su promesa, pero la carta carece en realidad de contenido: es el relato de lo que le sucedió camino al correo, que bien podría haber sido cualquier otra cosa que sirviera para volcar palabras en el papel a introducir en el sobre.
Saludos Natalia y felicitaciones por tu trabajo.
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