Fue la culpa del despecho y el rechazo.
La cobarde venganza del herido,
interrumpió el fuego correspondido.
Fue la guerra, excusa del poderoso.
Su amado, sin opciones, fue enrolado.
La mujer andina siguió su rastro.
Con su retoño marchó, y con el rostro
del amor que le fuera arrebatado.
Mujer que fue a detener la revancha,
mujer que fue a su destino de santa.
Fue a desafiar los cerros y los nichos….
y a usurpar el impiadoso desierto.
Y al cesar sus latidos, su tibio pecho
daría vida…. Y alumbraría al mito.
3 criticas constructivas:
Existe una historia detras del formato poético, y una buena historia.
La historia de la para muchos muy querida Difunta Correa relatada de una manera en verdad amena.
Cadencia, ritmo, imágenes crudas pero dulcificadas con las palabras. Me gusta.
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