Cuando llega la sombra de la noche, me recuerdo perdiéndote, viéndote ir, ojitos cerrados, suspiro final. Cómo olvidar ese día lúgubre en que me dejaste para siempre, todo tu rostro en un adiós, en un perdón interminable, con una mueca que tanto se parecía a una sonrisa de paz eterna.
Hoy te pienso en ese momento y me regodeo en la infelicidad, trago amargo que acecha, que no quiere irse. Y estoy tan sola sin vos, tan perdida que me arrepiento de haber presionado ese nefasto gatillo que te llevó, para siempre, lejos de mí.
MIA
3 criticas constructivas:
Vaya, pensé que era una cosa y termino siendo otra. Sorprende.
En el primer párrafo pense: ufff otro de catarsis...pero el final me sorprendió
Vaya, bastante psicópata el personaje, si me permiten decir, jaja. Este tipo de textos es un tema bastante manoseado, y es muy difícil encontrar aquel autor que con su toque personal logra resaltar algo leído y re leído.
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