En Estupidilandia sólo tenemos dos razas: los estúpidos y unos pocos sabios.
Desde siempre nuestro rey y sus ministros fueron de la raza de la mayoría. Pero cierta noche nuestro rey, cansado del caos que provocaban sus ministros, eligió un gabinete de personajes sabios. El caos ancestral de pronto cesó.
Por eso algunos están pensando en darle otro nombre a mi país.
Creo que mejor volveremos a los ministros de antes.
Mirno
2 criticas constructivas:
Sabiolandia se llamaría. Un buen texto que intenta ofrecernos un mensaje para nada oculto.
Fina ironía. Como dice Pablo, con el mensaje a la vista. Buena calidad literaria.
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