Había bebido alcohol mucho tiempo y todos me creían insana.
Yo albergué siempre en mi una muy buena razón que fue la gran fe en Dios, la profesionalidad de la doctora y el cariño de mis maravillosos amigos “de oro”.
Tras meses de tratamiento, la medicación iba bajando. Pero iban subiendo comentarios tales como: “cuidado con esa loca”. Me sentía abandonada.
Por mi excelente conducta una mañana mi doctora, me comunica que debía dejar la medicación, pero que ya no podría volver a beber.
Hoy, libre, dedico mi nueva sonrisa a mis verdaderos amigos y a mi doctora.
LUZ ABRIL SUFÍ
1 criticas constructivas:
Salud en recuperación, una buena dedicatoria.
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