RULETA RUSA
Diez uvas negras. Grandes. Redondas. Plenas. Le puso el racimo delante, en un platito. Sólo una gota de veneno, le dijeron, era necesaria. Fue comiendo una a una, con deleite. Nueve, ocho, siete, seis. Se sentó frente a él. Se le formaron gotas de sudor encima del labio superior. Cinco, cuatro. No decían nada. No hacía falta. Tres, dos...Sólo quedaba una. Un tic en el ojo derecho. Sólo una. Mirándole fijamente, el jefe le envió, rodando, la última uva por encima de la mesa.
Nereida
4 criticas constructivas:
No sé si lo del veneno es una metáfora referida al jefe, o si realmente las uvas estaban envenenadas por il cappo. Por favor díganme. Todo un suspenso logrado.
Jugar a la ruleta con uvas envenenadas, para al final perder siempre, un mensaje de derrota.
Excelente despcripción. Es como traer desde la picaresca al Lazarillo de Tormes y su tutor ciego. Me gustó.
Muy interesante mini cuento, tan sensual la metafora de las uvas, tan atinada. Brillante.
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