El demonio ha envejecido. Luego de once mil quinientos millones de años terrestres desde el nacimiento cósmico, sabiduría y decrepitud a la par le han aumentado. De su orgullo cabrío sólo cuernos permanecen enhiestos, y una cierta oscilación del apéndice caudal es pusilánime rescoldo de su poder atávico. Gris epidermis, casi roca, parece una y la misma cosa con su pétreo trono. Las garras se mueven apenas para indicar sus deseos, dejando en diablos menores la encomienda de realizarlos, pues a estas alturas, a Él sólo le quedan por disfrutar satisfacciones voyeuristas que incendian sus ojos refulgentes.
Por Deodato
5 criticas constructivas:
Dicen que el Diablo sabe más por viejo que por diablo. En este caso se podría hablar de un Diablo viejo y cansado!! Un relato ameno que nos trae de regreso a un clásico personaje, protagonista de muchas historia de miedo.
Me encantó. Creo que es uno de los mejores...
Ja ja ja, hay un humor muy fino en este relato...
Firme, claro.. y la imagen chistosa :P
^^
Qué relato interesante, aunque da un poco de lástima la imagen tan reducida y llena de debilidad que transmite del diablo, se contrapone con la que nos imaginamos usualmente. Supongo que el autor será muy religioso...
jajaa, borro esto último, comentario de atea resentida. ^^'
Publicar un comentario