En la residencia “La Alegría”, Francisco Sánchez Flor, maestro jubilado, obeso, bajito, vejete con mal carácter y José García Irigoyen, coronel retirado, desgarbado, demacrado e intolerante, pasan lánguidamente sus días en habitaciones contiguas escribiendo sus diarios.
Paco. Trece de julio. 10:00 No me creo que Pepe haya leído “El Ulises” de Joyce. Es un mentiroso que no sabe ni leer.
Pepe. Catorce de julio. 17:00 El cretino de Paco ha leído mi diario. ¡Se va a enterar!
Paco. Quince de julio. 22:00 Lo ha escondido.
Pepe. Quince de julio. 22:00 Lo ha escondido.
Caperina
2 criticas constructivas:
Jejeje…Esta idea circular de la triada chismosa, resentida y orgullosa, me recuerda a las viejas de lavandería en “La Taberna” de Zola. Sí, quizá algo de naturalismo en la construcción de los personajes, construcción, hay que decirlo, más afortunada que aquella del texto “Diálogo vespertino en bares que venden café irlandés…” que puede verse en este concurso. Y sí, digo triada por el otro chismoso, el autor modelo que nos trae como mejor ladronzuelo los diarios de los otros dos incautos. Pero qué escribe uno en sus diarios, yo mis remordimiento y no creo ser el único. Por estas alegorías al mundillo literario este texto es claro cómplice de “Inmisericorde”. Ya que estamos en estas, véase “El miedo a los animales” de Enrique Sena.
Muy bien escrito me llamó la atención los adjetivos que le endilgas a Francisco.
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