La vetusta biblioteca guardaba un misterio la policía era incapaz de averiguar por qué se producían aquellas extrañas muertes siempre ocurría de la misma forma todo el que se atrevía a leer aquel antiguo libro de unas quinientas páginas pasaba por el mismo proceso su rostro se volvía rojo luego amarillo después violáceo y cuando el color se acercaba al negro el lector caía fulminado sobre la mesa no había veneno como en la famosa novela de Umberto Eco un niño dio con la clave el libro no tenía puntos ni comas mataba por asfixia
Acuariana
3 criticas constructivas:
Una buena broma literaria, este tipo de relatos me divierte leerlos porque esta puesta la inteligencia y la pericia de la pluma.
A este libro no lo tendrìa en mi biblioteca, de todas formas el cuento me parece bueno
¡Aaajjjjjjjjjj! Me asfixiaron cinco renglones por lo que nunca podría terminar de leer el libro, obvio, quedaría como las cucarachas: patas pá arriba. Buen recurso.
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