“Amistad y punto” es nuestro presente;
pero aclárame una duda, te pido:
sexo brutal, lujuria incandescente:
¿pudieran ser nuestro “punto... y seguido”?.
Pasión sensual, locura ingobernable,
no dejar un instante de desearte,
por no verte sentirme miserable:
¿darían para ser “punto... y aparte”?.
Dos cuerpos ardientes, intempestivos,
una aventura fuerte y tormentosa:
¿serían quizás “puntos... suspensivos”?.
¿O es que contra toda fuerza vital
tu propuesta de “amistad amistosa”
2 criticas constructivas:
Dejé de leer poesía a los veinte años, pero si alguna vez veo un libro de alguién que escriba así, capaz que lo compro. Aún respeto mucho y releo a Pizzarnick y Maiakovski
"pizzarnick", buen nombre para una pizzería
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