El ejecutivo se detuvo en uno de los peldaños de la escalera. Se sacó el cinturón que apretaba sus rollos mientras se secaba el sudor de la papada. Abajo se escuchaban gritos provenientes de una niña malcriada. La niña hacía honor a sus siete años: lloraba por la muerte de su muñeca Rosy, que había sido decapitada por un perro.
El ejecutivo agarró su cinturón y azotó a la madre de Rosy, indignado por los gritos que impedían su trabajo.
Cuatro moretones justificaron cuatro dólares que sirvieron para otra muñeca. La niña agradeció tener un papá millonario.
2 criticas constructivas:
Un texto materialista en su contenido y en su sentido.
A esto hay que apuntar muchachos. Relatos que produzcan emociones fuertes y elevaciones mentales. Es realmente bueno. Por otro lado, alguien dirá que el burgués retratado es un lugar común; pero no lo es, si no un claro ejemplo más de lo descripto por Marechal como "Vida Ordinaria". Este cuento refleja el mundo en que vivimos.
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