Su infancia dio brincos en un pueblo con cerros. Por ese detalle y otras circunstancias decidió recolectar momentos, épocas, edades.
El destino la radicó en el norte cálido y, aunque la película pasó de prisa, la memoria le responde. Busca un mar que no le queda cerca y allí actúa nuevamente la memoria. Le dibuja impecablemente la costa pedregosa de Puerto Santa Cruz. Otras veces, baña de cielo el cerro Calafate. Después, con cierto miedo, le pinta ríos, arroyos, voces y miradas. Miedo porque los años tienen complicidad con el viento. Saben llevárselo todo.
Noramar
2 criticas constructivas:
Evocativo, tiene un plus personal en mi analisis por ser un texto sobre Santa Cruz, origen de este certamen. La nostalgia suele ser reflexiva, este es un caso que lo documenta.
Un texto a pura metáfora. Es más una prosa poética donde la autora pinta con imágenes, años de recuerdos.
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