Muy tranquila y despreocupada caminaba Caperucita por los bosques de Palermo a la hora de la siesta. De pronto, se encontró con el lobo. Su primera reacción fue de miedo, pasado ese instante comenzaron a charlar, y casi al final de la tarde se puede decir que eran grandes amigos. Días después apareció de manera muy extraña muerta la abuelita y lo más insólito del caso es que dejó un testamento a favor de un extraño lobo, tutor de una niña desamparada.
4 criticas constructivas:
Ja ja ja, genial las versión porteña y comercial de caperucita, me encantan este tipo de ficciones.
Jajaja, me encantó la nueva versión. No se podía esperar otra cosa de un lobo argentino, jaja.
Original y divertido, muy buen relato!
Buen cuentito, que lobo aprovechado ese! Me gusta la estructura de la historia, la marcación de cada suceso. El remate es muy bueno, pero creo que aún puede mejorarse la manera de escribir el final con el mismo argumento. Muy lindo, solo un poco de pulido en el final. :)
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