Nunca se me dio bien bailar. Me encanta la música, pero soy torpe a la hora de ensamblar movimientos corporales en la pista.
Sin embargo, esta noche es diferente, el ritmo me puede, sucumbió, por fin, mi apatía. Me ha doblegado ese ojo que me guiñaste cuando todavía la luz invadía la sala. He bebido mi copa y la de Luis en dos sorbos precipitados, y me he decidido a sacarte a bailar. Todo el mundo dice que nadie lo hace como tú.
Me dirijo convencido, te miro, me miras, te esquivo y me prometo que tras el próximo trago...
El Hombre Vivo




2 criticas constructivas:
Un tímido, ja ja ja. buenisimo, me hizo acordar a las fiestas de los barrios de Madrid, donde le dabamos al Kalimocho y había una banda tocando, yo era como el personaje, necesitaba un par de vasos para animarme, ja ja ja.
Nosé si es que yo soy demasiado amarga o qué, que este tipo de relatos nunca acaban por gustarme.
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