Se llamaba Federico.
Desde siempre había sido un niño impreciso y lo sabia.
Cuando dije que tenia once años –decía-, en realidad quise decir doce y cuando dije que iría en realidad quise decir que lo haría si podía, , cuando dije blanco en realidad quise decir claro y cuando dije alto en realidad quise decir no tan pequeño.
Su apellido era Ratas, desde entonces todos en el colegio convinieron apodarlo “FEDE” seudo apócope de su nombre y llamarlo en adelante “Fede Ratas”
Por AMARILLO CIERRO
7 criticas constructivas:
Ja ja ja, me divierten muchisimo los juegos de palabras con significado ambiguo, la literatura amplia sus margenes con la inventiva de autores como este.
Coincido con Pablo Lorenzo, el juego de palabras fue bien usado, me gustó.
Si, muy bueno el juego de palabras. sin embargo: si es un autor joven (y quiero decir un pendejo)demuestran frescura; si es un mayor (y quiero decir un viejo)demuestra cierta inmadurez.
Inmadurez? A mì me parece muy sensato, no creo que la madurez como verdadero concepto exista xD el ser humano es vencido por sì mismo,es gracioso oìr la plabara revoluciòn cuando ni siquiera se puede romper las propias estructuras primero. El eterno ser impreciso e inconformista lleno de complejos y sin futuro...
la superaciòn del hombre...
slogan barato ^^'
Parece que la amiga Valen andaba de mal humor cuando leyó el post anterior ja ja. Sobre el tema de la madurez me parece muy recomendable la obra de teatro "la cosa sucede", de Bernard Shaw.
Respecto del relato, me gustó como al coordinador el juego de palabras utilizado para el final. Me recordó a nuestro viejo amigo albañil, el querido Armando Paredes.
xDD de mal humor? no, o capaz que sí, pero es mi forma de ser :P soy irónicamente liberal y autoritaria a la vez y a tiempo completo,si leo algo que me parece contrario a lo mío contesto mal. En realidad no lo hice de mala intención,pido disculpas si parezco odiosa ^^ aunque LO SOY! jajajja
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