Soy una flor, de ésas que nacen las primeras apenas iniciada la primavera, de las que la gente deshoja para medir porcentajes de amores débiles y pueriles. Puede usarme usted para frenar una guerra lo mismo que para violentar un ano. Unas veces le pedirá el cuerpo lo primero, pero se decantará en más ocasiones por lo segundo. Soy víctima de una estación exagerada ¿o acaso cree que en el verano ya alguien me recuerda?
Por La máquina de escribir 2
7 criticas constructivas:
Un excelente uso del lenguaje, un humor especial al que personalmente adiero por sus grados de ironía y sarcasmo. Le saca el jugo a la historia, volveré en el futuro a este texto para ahondar mi analisis.
Ironía directa a la vez que elegante. Afronta con excelente humor un dilema eterno del ser humano: la extraordinaria belleza de lo fugaz. Extrapolable a cualquier ámbito de la vida cotidiana, este relato nos sorprende con un claro inciso en la bipolaridad omnipresente “belleza versus fealdad”, “positivo versus negativo”.
Ciertamente un relato del que se extraen muchas ideas, invita a leerlo y volver a leer, encontrando algo nuevo.
Muy inteligente.
Magnífico. Incita a pensar en lo fugaz de las cosas. No soy experta. Solo se que este relato me ha hecho para en mi camino y reflexionar
Qué bueno el relato!
Me encanta la manera en que expresa que la belleza dura poco y hay que disfrutarla mientras dure, no intentar prolongarla más allá de su periodo de esplendor. Simplemente genial!!
No se puede decir más en menos espacio, brillante y completo, este micro relato habla de lo efimero y de la dualidad de todo en esta vida que vivimos...
Sin duda, para recomendar.
¿Qué decirle a alguien que maneja con tanto acierto las palabras, de manera que consigue expresar la inmensidad de la vida con la brevedad de un haiku. Solo puedo animarlo a que continúe escribiendo.
Publicar un comentario