HABÍA más de cien soldados emboscados en la noche esperándolo. Cuantos caminos, senderos y veredas conducían al pueblo se hallaban rigurosamente vigilados. Con todo, Morel acudió puntual a su cita de madrugada con María. Luego –de acuerdo con el testimonio de fidedignos testigos presenciales–, se reincorporó completamente ileso a su irrenunciable libertad de potro salvaje.
Todos en el pueblo alabaron su coraje, su arrojo, su hábil inteligencia, su valentía; todos menos yo, que por celos de María lo había matado con mis propias manos hacía ya tiempo.
Por Odiseus
4 criticas constructivas:
Un buen elato con una forma clásica de los micros, una buena historia.
Muy llevadero, y su final es excelentísimo.
es como en la molinera de arcos, de casona. Si se precipitaba a los amantes le cantarían romancesy coplas... y a él,bue, ya se sabe xD buen final.
Un excelente final que le otorga al relato una calificación de igual tenor. Odiseus ha retratado la más extrema y nefasta consecuencia que puede provocar el accionar motivado por los celos.
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