El mar sereno, transparente, cálido, suave. Llega hasta la arena despacio, la acaricia. El viento hace salpicar la espuma. Los peces nadan en cardúmenes plateados.
El mar, color turquesa, con aguas rizadas, descarga olas nerviosas; la arena recibe el golpe con resignación. El viento agita las profundidades.
El mar, furioso, oscuro, azota la orilla; el viento ruge, los peces desaparecen hacia el abismo.
Se desata la tormenta; el universo se rinde ante su poder.
Cuando el cielo se vacía vuelve la calma.
Uno nunca sabe si vale la pena abrir la boca en las reuniones familiares.
Por BIENVENIDA
4 criticas constructivas:
Nunca se me había ocurrido una metáfora mejor para las peligrosas disputas familiares. La mayoría de las veces a los días todo vuelve a estar como si no hubiera pasado nada, salvo esos casos en que se llega al límite. Por suerte mis padres se separaron hace tiempo jaja. Bienvenida, escribes de una forma maravillosa.
Pd. lo interpreté así... aunque creo que ahora se me está ocurriendo otra O_o ^^
Analogías marinas con un toque de fino humor, buen combo para llevarse a la mesa. Original, aunque el mar, la muerte, y otros tópicos generales se acomodan y permiten cualquier comparaión o contrucción paralela.
Una metafora estupenda! Otro ejemplo de como la magia de la literatura puede describir algo tan trivial de manera poética. Bienvenida seas! Has logrado dar vida a un muy buen escrito.
Al contrario de lo que sostienen impenitentemente las mentes bienpensantes, hace tiempo que no creo que de la discusión salga la luz
Y de esas reuniones familiares..., ya ni te cuento
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