Desde hace unos días me cuestiono sobre la posibilidad de hacerte, o no, la pregunta que me atormenta
Una y otra vez me paralizo ante la idea de enfrentar la respuesta. No me animo.
Ayer a la noche te observaba mientras cenábamos en silencio. No te diste por aludida, comías ausente, como si estuvieras sola. Tan lejana y a un palmo de mí.
No supe como empezar, como romper el hielo, como hacer para preguntarte si lo que nos pasa es una crisis o se te acabó el amor.
PAMPA
6 criticas constructivas:
Vaya, jodida pregunta. Buen texto.
ouch!!! Pucha...jodida pregunta y tal vez más jodida la respuesta...
Buen relato
yo nunca he preguntado, no me he animado. Y es cuando siento los nervios crispados en todo el cuerpo.
saludos.
En estos casos, cuando uno comienza a hacerse preguntas, es porque tristemente también conoce las respuestas.
buen punto =/
Sea cual sea la respuesta, las dos asustan por igual, ¿no crees?Me gusto tu forma de expresarlo, parece hasta cómico...Saludos
Publicar un comentario