Había una vez un energúmeno que se enamoró perdidamente de una linda princesita. Cuando ella lo supo se rió estruendosamente durante dos días. Entonces el energúmeno, infiltrándose subrepticiamente en las habitaciones de la princesa, le comió una oreja, dos dedos del pie izquierdo y la mitad del clítoris. La princesa dejó de reír para siempre y el energúmeno murió de indigestión. Y colorín colorado…
Seudónimo: Grimm
3 criticas constructivas:
Qué microrrelato tan raro y poco convencional. Pero eso es bueno, al menos; a mi criterio.
la verdad que es raro, no me terminó de convencer, pero me deja un sensación extraña.
Brutal, original (se me acabaron los adjetivos terminados el al, ja ja ja, no, no, espera: fenomenal, ja ja ja). Bien, bromas aparte un texto excelente y provocador, te sacude un poco por lo fuerte.
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