Mi padre se fue de noche con una maleta y dejo a mi madre en el suelo, herida y sangrando.
Yo, con mis manos temblorosas intenté curar sus heridas, grité su nombre, acaricié su pelo y... lloré su muerte.
Posteriormente, me tendí a su lado y abrace su cuerpo templado e inerte.
Su último aliento de calor fue para mi, y yo, lo acogí en mi seno, con todo mi amor.
1 criticas constructivas:
Brutal, un buen escrito con una historia lo suficientemente fuerte para destacar.
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