La conocí demasiado tarde como para entablar otra relación que no fuera la de un abuelo con su nieta.
Y aún preso de esta ley de hierro de las generaciones, persisto en contradecir a la razón.
Si la veo pasar, me quedo contemplándola. Me subyuga su manera de caminar.
Me imagino con ella en la plaza, conversando; es un día de sol, estoy contento.
Pero salgo del sueño con temor de que sospeche, de que los demás sospechen.
¿Cómo hacer para que ese animal se domestique, para que deje de ser una amenaza al orden de las cosas?
1 criticas constructivas:
Un problema complicado para el personaje, es un amor imposible.
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