Ana, mi terapeuta, me lo había dicho bien claro: cuando veas un tipo con esas características, intenta alejarte, cruzar de vereda.
Fue después de que le dejara un ojo negro a un infeliz que trabajaba conmigo. Se ve que me afectó y se lo conté.
Los años, ciertas recurrencias, la injusticia, siempre ahí, me impidieron cumplir con esa consigna.
Y no es la primera vez; ni ya sólo un ojo en compota.
He vuelto a matar
VICTORIA LUNA
2 criticas constructivas:
¡Ana tenía razón! Yo por las dudas me cruzo de vereda... jajaja.
Una de causas y consecuencias, mechado con locura y un final sorpresa, un buen coctel para beber.
Publicar un comentario